El potencial inmobiliario de México hoy en día se puede explicar a través de tres cifras clave que ilustran otros tantos acontecimientos significativos:

1. A) En 2015 ingresaron al país 15,000 millones de dólares producto de la inversión en telecomunicaciones. Se prevé que, para el año de 2018, este monto se duplique.
2. B) La reforma energética atraerá capitales por 62,500 millones de dólares y
3. C) La industria automotriz atrajo más de 25,000 millones de dólares en los últimos siete años.

Éstos datos significan buenas noticias para el horizonte inmobiliario. Toda esta cantidad de recursos en diferentes sectores de nuestra economía genera diversas consecuencias favorables. En primer lugar está un evidente crecimiento del empleo como consecuencia de las nuevas empresas que se establecen y que, en segundo término, se traducen en una mayor demanda de oficinas, plantas industriales, viviendas y, colateralmente también, en un crecimiento de centros comerciales y de servicios.

Al cierre del 2015 la plusvalía habitacional en algunas zonas urbanas del país como Cancún, Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara se incrementó entre el 5% y el 9% respecto al valor observado el año anterior, distinguiéndose entre los favorecidos con un extraordinario rendimiento el barrio de Polanco, en la Ciudad de México, que se vió premiado con incrementos superiores al 20%, todo esto, según datos oficiales de la Sociedad Hipotecaria Federal.

Si bien se sabe que la apreciación del dólar es algo que debemos tomar en cuenta, no es un factor determinante que deba inhibir o represente riesgos excesivos para los inversionistas en bienes raíces.

La pregunta que todos nos hacemos es: ¿Es buen momento para invertir en bienes raíces?

La respuesta es un rotundo SÍ.

Dadas las condiciones actuales de la economía mexicana, con un entorno cada vez más estable, de todas las oportunidades de negocio la que ofrece mayor solidez es la inversión en el sector inmobiliario. Los factores que hacen posible esta sencilla ecuación son una plusvalía habitacional en incremento y, más importante aún, un mercado con productos en constante demanda y crecimiento.